El Gobierno nacional decidió suspender temporalmente la reforma laboral que había comenzado a impulsar, en un intento por mantener el diálogo con la Confederación General del Trabajo (CGT) y evitar posibles paros. 

La Casa Rosada busca reforzar su relación con los sectores más dialoguistas del sindicalismo, particularmente con los líderes Gerardo Martínez y Héctor Daer, con quienes pretende continuar las conversaciones a fin de alcanzar acuerdos sin desatar conflictos laborales.

Suspensión de reformas laborales clave

A pesar de los esfuerzos previos por modificar aspectos clave del sistema laboral argentino, el Ejecutivo ha optado por frenar ciertas medidas que formaban parte del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, que fueron bloqueadas por la Justicia. Entre los puntos más sensibles que no se llevarán adelante en el corto plazo se encuentran la optatividad del pago de la cuota solidaria, la penalización de asambleas de trabajadores y de medidas de fuerza, así como la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos, que propone imponer acuerdos específicos por encima de los acuerdos generales.

Además, el Gobierno descartó la posibilidad de modificar la ley sobre elecciones sindicales y los esquemas de obras sociales, al menos hasta no avanzar en nuevos consensos con la central obrera.

Negociación y diálogo: el plan del Gobierno

Según fuentes oficiales, la Casa Rosada celebró la salida de Pablo Moyano de la CGT, un gesto que podría facilitar el diálogo con el ala más moderada del sindicalismo. "No somos una gestión anti-sindicalista. Hablando nos entendemos", aseguraron desde Balcarce 50, la sede presidencial, subrayando la importancia de la negociación y el entendimiento mutuo para evitar medidas de fuerza que afecten la estabilidad social y económica del país.

La mesa de diálogo continuará con la participación de Gerardo Martínez, titular de la Unión de Contratistas de Obras de la República Argentina (UCORA), y Héctor Daer, líder del Sindicato de Sanidad. Ambos gremialistas representan una de las alas más dialoguistas de la CGT y son clave en las negociaciones sobre la reforma laboral.

Planes a largo plazo: nueva reforma laboral y modificaciones impositivas

Aunque la reforma laboral se encuentra suspendida en el corto plazo, el Ejecutivo está trabajando en un proyecto de reforma laboral ampliada, que espera presentar a principios de 2025. A través del Consejo de Mayo, el Gobierno buscará ampliar los consensos con la CGT y otros actores sociales para impulsar una serie de cambios estructurales en la legislación laboral, con el objetivo de aumentar la formalidad en el empleo y fortalecer la recaudación fiscal.

Uno de los puntos clave de esta reforma será la modificación de la Ley de Contrato de Trabajo (20.744), con el fin de promover un sistema de empleo más flexible, pero también con un enfoque en la formalización del trabajo y la recaudación impositiva.

Además, se contempla una serie de reducciones impositivas para ciertos sectores y la unificación de la edad jubilatoria para hombres y mujeres a los 75 años, eliminando los regímenes especiales que actualmente benefician a ciertos grupos laborales.

Otras medidas anunciadas

El Gobierno también ha tomado medidas en relación al desempleo y la protección laboral. Se sancionó la creación de un fondo de cese de desempleo optativo, inspirado en el modelo de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), y se estableció un período de prueba de seis meses, con posibilidad de extensión a ocho meses, para las empresas con entre seis y cien empleados.

Asimismo, a través de la Ley Bases, el Gobierno eliminó las multas al trabajo no registrado y derogó el Registro de Empleadores con Sanciones Laborales (REPSAL). Estas medidas forman parte de un conjunto de reformas que buscan mejorar la competitividad del empleo y la formalidad laboral.