Durante la apertura de las sesiones legislativas en el Congreso, el presidente Javier Milei tuvo un inesperado momento de tensión. Mientras leía su discurso, mencionó la aceleración de los nombramientos en la Justicia, lo que provocó una reacción inmediata de los presentes. El diputado radical Facundo Manes le mostró la Constitución Nacional como muestra de desaprobación por los nombramientos de jueces por decreto, lo que desencadenó una acalorada confrontación entre ambos.

Un cruce directo entre Manes y Milei

Tras el desafío de Manes, el presidente no dudó en responder. "Leela, Manes", replicó en tono desafiante. El ambiente en el recinto se tornó aún más tenso cuando Milei, en un intento de descalificar a Manes, le sugirió que quizás la "versión es con Inteligencia Artificial y cambia de libertaria a kirchnerista".

El clima se cargó aún más cuando el mandatario le recordó a Manes sus críticas pasadas hacia el kirchnerismo y sugirió que había cambiado su postura política en favor de lo que él calificó de "libertarios". La respuesta de Manes no se hizo esperar, quien aseguró que el presidente debería centrarse en gobernar en lugar de recurrir a los ataques verbales hacia los diputados.

La violencia verbal escaló fuera del Congreso

La situación parecía haberse calmado con el fin del discurso, pero en los pasillos del Congreso la disputa tomó un giro inesperado. Testigos informaron que los diputados Manes y Caputo continuaron intercambiando insultos y amenazas, hasta que se produjo un forcejeo físico entre ellos. Según Manes, fue un miembro cercano al asesor presidencial quien lo agredió físicamente.

El hecho fue rápidamente condenado por el bloque de Democracia para Siempre, que expresó su repudio por la violencia. Manes, por su parte, anunció que presentaría una denuncia formal por las amenazas y agresiones sufridas, mientras que desde el entorno de Caputo se limitaron a afirmar que no hubo agresión directa por parte del asesor presidencial.

Reacciones políticas tras el altercado

Desde la UCR, los dirigentes condenaron la agresión y consideraron el episodio como un ataque a la democracia. La postura del oficialismo, por su parte, fue respaldada por los aplausos de algunos de sus miembros en el Congreso, pero las críticas al accionar de Milei y sus asesores fueron contundentes.

El gobernador Axel Kicillof también se sumó a las críticas, acusando a Milei de despreciar la democracia y la Constitución. Otros dirigentes, como el diputado Agustín Rossi, denunciaron que el gobierno de Milei era "fascista y violento", lo que llevó a un repudio generalizado de la violencia política.