A pocas horas de la asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el papa Francisco expresó su preocupación por la posibilidad de que el magnate lleve a cabo deportaciones masivas de inmigrantes irregulares. En una entrevista con el programa italiano Che tempo che fa, Francisco afirmó que, de ser ciertas estas medidas, serían "una desgracia".

"Esto, si es verdad, será una desgracia porque hará pagar la cuenta del desequilibrio a los pobres desgraciados que no tienen nada. Eso no está bien, así no se resuelven las cosas", opinó el pontífice.

Aunque Francisco no ha mantenido contacto reciente con Trump, recordando que se reunieron durante el primer mandato del republicano, destacó la importancia de abordar la inmigración como una solución a problemas demográficos en Europa.

La inmigración como solución demográfica

El Papa planteó que países como Italia o España, con una población envejecida, deberían abrir sus puertas a los inmigrantes para contrarrestar la baja natalidad.

"Italia en este momento tiene una edad media de 46 años. No hace hijos... que deje entrar a los inmigrantes. Albania, la media de edad es de 23. España más. Tienen que resolver este problema. Si no hacés hijos, dejá entrar a los inmigrantes", expresó Francisco.

Además, enfatizó que la acogida de los migrantes debe estar acompañada de procesos de integración: "El inmigrante tiene que ser acogido, acompañado, promovido e integrado".

En otro tramo de la entrevista, el Papa se refirió a la crisis en la Franja de Gaza y agradeció a los mediadores por el reciente alto el fuego. También subrayó que la única solución al conflicto es la creación de dos Estados, uno israelí y otro palestino.

"La paz siempre es superior a la guerra. Para hacer la paz, muchas veces se pierde algo, pero se gana más con la paz que no teniendo las cosas que se pierden. Para la paz se necesita valentía", afirmó.

El rol de las mujeres en la Curia y la lucha contra los abusos

Francisco destacó los avances en la inclusión de mujeres en la Curia Vaticana. Ejemplificó con el nombramiento de la monja Simona Brambilla como prefecta de un dicasterio y aseguró que las mujeres "gestionan mejor que nosotros".

Finalmente, el pontífice reiteró su compromiso con la lucha contra los abusos y afirmó que el combate "va adelante". También aseguró que su estado de salud es estable tras la reciente caída que sufrió.