Javier Milei planteó ante la ONU un cambio de "doctrina" y se mostró pragmático con los jefes sindicales

En su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU, Javier Milei presentó una visión radicalmente nueva sobre la política exterior argentina, caracterizada por una crítica directa a la organización y su enfoque "socialista". Durante su intervención, el presidente planteó lo que denominó una "nueva doctrina" para el país, intentando distanciarse de lo que considera prácticas anacrónicas en el ámbito de las relaciones internacionales.

Milei afirmó que "esta doctrina de la nueva Argentina no es más ni menos que la verdadera esencia de la Organización de las Naciones Unidas", dejando claro su rechazo a la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Este enfoque podría aislar a Argentina en el contexto internacional, ya que carece de un respaldo amplio y parece estar más orientado a su construcción personal que a una estrategia de Estado.

Simultáneamente, el oficialismo realizó un movimiento notable en la Cámara de Diputados al suspender un proyecto de ley que buscaba oxigenar el mundo sindical, el cual era resistido por la CGT y sectores más afines al kirchnerismo. Esta decisión refleja una tensión entre el deseo de reforma laboral y la necesidad de mantener un equilibrio con los sindicatos. 

Desde la CGT, se había expresado un creciente malestar con el Gobierno, especialmente en relación con las propuestas de reforma laboral. El freno al proyecto de ley, impulsado por la UCR y otros bloques, pone de manifiesto la complejidad de la situación política actual, donde Milei intenta navegar entre la necesidad de reformas y la presión de los sindicatos.  

La reacción a la decisión del oficialismo fue contundente, con líderes de la oposición destacando la contradicción de tratar de complacer a la CGT mientras se busca una agenda de reformas laborales. Martín Tetaz, al frente de la Comisión de Legislación del Trabajo, criticó la falta de coherencia en el enfoque del Gobierno, afirmando: "No se puede cachetear a Biró para la foto y después acordar con los gordos de la CGT".

La fragmentación política actual complica la capacidad del Gobierno para establecer acuerdos sólidos y confiables. Con la privatización de Aerolíneas Argentinas en el horizonte, se anticipa que los conflictos entre los diferentes actores políticos y sindicales se intensificarán.

A medida que se acerca la discusión sobre la privatización de Aerolíneas, Milei y su administración enfrentan el reto de equilibrar su postura en el ámbito internacional con las necesidades y expectativas de los actores locales.