El Gobierno de Javier Milei enfrenta un nuevo frente legislativo. Este martes a las 14, la Cámara de Diputados fue convocada a una sesión pedida por la oposición para debatir dos temas calientes: el tratamiento del proyecto vinculado a la criptomoneda $Libra y la reinstauración de una moratoria previsional, eliminada por el oficialismo.

Martín Menem, presidente del cuerpo, habilitó el pedido el domingo pasado, una jugada que alimentó sospechas de que La Libertad Avanza buscaba diluir el impulso opositor. Sin embargo, la convocatoria se mantiene y la oposición intenta conseguir el quórum de 129 legisladores necesarios para sesionar.

El oficialismo apuesta al ausentismo

La estrategia libertaria es clara: dejar caer la sesión por falta de quórum. Para eso, cuenta con el aporte clave de los gobernadores, cuyos diputados podrían ausentarse y hacer fracasar la movida opositora. Según trascendió, ya se descuenta la ausencia de los tres legisladores del MID y de parte del bloque Encuentro Federal. También se espera un faltazo parcial de Democracia, que tendría solo nueve de sus doce miembros presentes.

El panorama es complejo para Unión por la Patria: necesitaría reunir al menos 95 de sus 98 legisladores, una cifra difícil. "Si UP pone 95 diputados como en febrero, necesitamos que se sume Roberto Mirabella, de Santa Fe. Pero vemos difícil que lleguen a los 95", confió una fuente parlamentaria.

Criptomonedas y jubilaciones, el eje del conflicto

Uno de los temas que incomoda a la Casa Rosada es el proyecto vinculado a la criptomoneda $Libra, ya que podría salpicar a funcionarios del Ejecutivo. La sola inclusión del tema en el temario provocó tensión en el entorno de Milei, que teme el impacto político de un debate público sobre el asunto.

El otro punto que genera alta sensibilidad es el sistema previsional. La oposición busca reinstaurar la moratoria que permitía jubilarse sin los 30 años de aportes. También propone un bono extraordinario, aumentos de emergencia y la implementación de un sistema proporcional de jubilación. Todo esto contrasta con el discurso del oficialismo, que insiste en sostener el equilibrio fiscal y ya anticipó que vetará cualquier ley que ponga en riesgo esa meta.

Un Congreso en tensión y en clave electoral

El debate se da en medio de un clima político agitado y en pleno año electoral. Mientras el oficialismo busca frenar cualquier medida que implique mayor gasto público, la oposición intenta capitalizar el descontento social, sobre todo tras los últimos incidentes en las protestas de jubilados.

El resultado de esta sesión podría marcar el pulso de lo que viene en el Congreso y convertirse en un punto de inflexión para el Gobierno en la relación con la oposición y los gobernadores.