La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, ha centrado su atención en el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi, a quien acusa de filtrar información de las reuniones de Gabinete a la prensa. Según fuentes cercanas al Gobierno, Rolandi es visto con recelo tanto por Karina como por el presidente Javier Milei.

"No lo quiere ninguno de los dos Milei", confesó una fuente oficial a la agencia Noticias Argentinas. Aunque por el momento Rolandi permanece en su cargo, su influencia dentro del Gobierno ha disminuido notablemente. Karina Milei, considerada una de las figuras más poderosas del Ejecutivo, ha sido clave en esta marginación.

Rolandi, excluido de las reuniones clave

Como consecuencia de las sospechas, Javier Milei ordenó excluir a Rolandi de las reuniones semanales de Gabinete que se realizan los jueves en Casa Rosada. Además, fue removido del grupo de WhatsApp que nuclea a los principales colaboradores del Gobierno.

Esta no es la primera vez que un funcionario es marginado de esta manera. Anteriormente, el exsecretario de Prensa, Eduardo Serenellini, y el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, corrieron la misma suerte. Mientras Serenellini fue expulsado del Gobierno, Catalán logró mantenerse en su cargo gracias al apoyo del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

Mudanza y señalamientos: el futuro incierto de Rolandi

La marginación de Rolandi tomó forma concreta cuando Karina Milei le ordenó mudar sus oficinas del Salón Martín Fierro en Casa Rosada a un edificio alquilado en Diagonal Norte 511. Este movimiento, que se completará la próxima semana, ha generado versiones contradictorias dentro del Gobierno.

Algunos aseguran que la mudanza responde a una optimización de recursos, mientras que otros vaticinan que Rolandi podría estar próximo a dejar el Gobierno. "Cochi", como lo llaman, llegó al Ejecutivo de la mano del exjefe de Gabinete Nicolás Posse, quien fue expulsado por una ruptura en la confianza con el presidente Milei.

A pesar de los señalamientos, desde el entorno de Rolandi aclararon que apuesta a continuar en el cargo. Sin embargo, su relación con Posse y las acusaciones de filtraciones han generado desconfianza en el círculo íntimo de los Milei.

La situación de Rolandi se enmarca en una serie de expulsiones y marginaciones dentro del Gobierno. Recientemente, Karina Milei ordenó la salida del legislador porteño Ramiro Marra, a quien se acusa de conspirar con la vicepresidenta Victoria Villarruel. También impulsó la renuncia de Eduardo Serenellini y el cierre de la Secretaría de Prensa, además de la salida del procurador general de la Nación, Rodolfo Barra.