Luego de las duras acusaciones de Javier Milei, quien exigió la intervención de la Provincia de Buenos Aires por la creciente inseguridad, Axel Kicillof salió al cruce con un contundente mensaje. El gobernador, visiblemente molesto, rechazó las críticas del presidente y le pidió no usar el sufrimiento de los bonaerenses para sacar rédito político. "Lamento muchísimo la bajeza de algunos dirigentes que están cruzando todos los límites", afirmó Kicillof, en referencia a las acusaciones de Milei de que su gestión era un fracaso absoluto en la lucha contra la inseguridad.

El gobernador subrayó que, aunque reconoce los graves problemas de seguridad, no está dispuesto a que se conviertan en una bandera política para hacer daño o buscar votos a costa del dolor ajeno. "No todo vale por un voto", lanzó Kicillof, dejando claro que no permitirá que la situación se utilice de manera oportunista en pleno año electoral.

El reclamo por los recursos: "Devuélvanle a los bonaerenses lo que les quitaron"

Kicillof no se quedó solo con la defensa de su gestión, sino que también retomó un tema clave para su administración: el recorte de recursos que, según él, dificultan el trabajo en la Provincia. El gobernador recordó que la seguridad se ve seriamente afectada por las decisiones del Gobierno Nacional, que retiró fondos esenciales para mejorar la infraestructura y el equipamiento de las fuerzas de seguridad bonaerenses.

"Nos hacemos cargo de lo que nos corresponde", aseguró, y pidió que se devuelvan los recursos que le fueron quitados a la provincia, los cuales son fundamentales para que la Policía de Buenos Aires pueda hacer frente a la creciente violencia. Este reclamo se enmarca en una serie de disputas políticas entre la Nación y la Provincia sobre el manejo de los recursos y la responsabilidad en temas clave como la seguridad.

Kicillof extiende un nuevo llamado al diálogo: "Trabajemos juntos"

A pesar de las tensiones y las acusaciones mutuas, Kicillof hizo un nuevo llamado al presidente Milei para trabajar en conjunto por la seguridad de los bonaerenses. "Hace tres semanas que vengo invitando al presidente a sentarnos a trabajar seriamente", expresó, reiterando su disposición a colaborar y abandonar la confrontación por el bienestar de la población.

El gobernador remarcó que tiene una responsabilidad sobre los 17 millones de bonaerenses "lo asumo, pongo la cara", dijo, y añadió que continuará trabajando en la mejora de la seguridad, aunque exigió que se le devuelvan los recursos necesarios para hacerlo de manera efectiva. "Espero que el Presidente haga lo mismo, acá, no en Estados Unidos", concluyó, dejando la pelota en el campo de Milei para ver si finalmente responde a la invitación de trabajar en conjunto.