La Cámpora impulsa a Cristina Kirchner para presidir el PJ Nacional y agita la interna
Con un mensaje sorpresivo de "Wado" de Pedro y Mayra Mendoza, La Cámpora inició la campaña para que Cristina Fernández de Kirchner asuma la presidencia del Partido Justicialista Nacional.
Este jueves, Eduardo WADO de Pedro sorprendió al peronismo con un pedido público en sus redes sociales: que Cristina Fernández de Kirchner asuma la presidencia del Partido Justicialista Nacional.
"Es momento de que una mujer, que militó toda su vida en el peronismo, presida por primera vez el PJ Nacional", escribió el dirigente camporista. Minutos después, Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, se sumó al pedido, abriendo así un escenario de incertidumbre en la interna del partido.
"Queremos a Cristina Kirchner presidenta del Partido Justicialista Nacional. Con su experiencia y compromiso, puede liderar la reconstrucción que necesita el país", manifestó de Pedro. Mendoza, por su parte, agregó: "Es tiempo de mujeres peronistas para ordenar lo desordenado y enderezar lo torcido". Con estos mensajes, La Cámpora lanzó oficialmente su operativo para que la expresidenta y líder del kirchnerismo conduzca el partido, a tan solo dieciséis días de que venza el plazo para la presentación de listas, con las elecciones partidarias programadas para el 17 de noviembre.
Hasta el momento, el único postulante a la presidencia del PJ Nacional era el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien se había mostrado como un candidato de consenso. Sin embargo, tras la propuesta de La Cámpora, el panorama cambió. Fuentes cercanas a Quintela aseguran que él se correría si Cristina decide asumir el liderazgo del partido.
La postulación de Fernández de Kirchner podría generar una fuerte división dentro del peronismo. "Si ella va al PJ, se rompe todo", advirtió una dirigente bonaerense, anticipando que muchos peronistas del interior no se sienten representados por la exvicepresidenta. Mientras tanto, desde sectores kirchneristas, consideran que su liderazgo evitaría una deriva liberal del partido y garantizaría su presencia en la política a pesar de los desafíos judiciales.
En contraste, el sector del peronismo alineado con Quintela critica el movimiento de La Cámpora, interpretándolo como una maniobra para paralizar la discusión partidaria y postergar las elecciones internas.
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