La Casa Rosada reconoce la caída de la imagen de Milei
Fuentes oficiales atribuyen la baja en la popularidad del presidente a los incrementos en las tarifas en el AMBA, pero descartan cambios en la política de subsidios y desregulaciones.
La Casa Rosada admitió una caída en la imagen positiva del presidente Javier Milei, estimando que su popularidad disminuyó entre un 4% y 5% en las últimas semanas. Según fuentes oficiales, este descenso se atribuye principalmente al aumento de tarifas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
A pesar de este revés, el Gobierno mantiene su rumbo en las desregulaciones tarifarias y la eliminación de subsidios al transporte, confiando en que una reactivación económica se concrete en el corto plazo.
"Entendemos que estas decisiones pueden generar una percepción negativa, pero apostamos a que los resultados económicos revertirán esta caída antes de las elecciones legislativas de 2025", señaló un funcionario a TN.
El Ejecutivo también desestimó que la baja en la imagen de Milei esté relacionada con el veto a la reforma jubilatoria o con la polémica cena en la quinta de Olivos con diputados que apoyaron dicha medida. Asimismo, se mantiene firme en su intención de vetar la Ley de Financiamiento de las Universidades, sancionada recientemente por el Congreso.
En un esfuerzo por recuperar la confianza, el Gobierno está preparando una serie de anuncios desregulatorios que se comunicarán antes de fin de año. También planea dar a conocer la lista de inversiones y empresas que se han adherido al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), incluyendo un proyecto de U$S30.000 millones de Petronas para una planta de Gas Natural Licuado en Río Negro.
En cuanto a la privatización de empresas públicas, el Gobierno busca acelerar este proceso, comenzando en octubre con aquellas incluidas en la Ley Bases, aprobada a fines de junio. Entre ellas se encuentran Energía Argentina y Agua y Saneamientos Argentinos.
Finalmente, la Casa Rosada se prepara para renegociar un nuevo programa económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI), apoyándose en el buen vínculo del nuevo negociador con el ministro de Economía, Luis Caputo. Aunque hay presiones empresariales para eliminar el cepo cambiario, el Gobierno se muestra cauteloso, asegurando que cualquier cambio dependerá de contar con un respaldo financiero adecuado.
