La Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) está inmersa en un profundo proceso de purga interna, como parte de una reestructuración impulsada por la administración libertaria. Hasta ahora, se han desplazado 147 agentes y se está evaluando el futuro de los 1200 empleados restantes. El objetivo es eliminar personal que ingresó durante los gobiernos de Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Mauricio Macri, así como a aquellos considerados sin la formación y conocimientos adecuados para el cargo. 

La purga en la SIDE se ha centrado en agentes que, según el Gobierno, tienen vínculos con grupos políticos externos a la agencia o carecen de la formación necesaria. La administración actual, liderada por Sergio Neiffert, busca depurar el organismo para eliminar la "militancia rentada" y mejorar la eficiencia y profesionalización de la SIDE. Aunque el Gobierno no ha establecido un número definitivo de despidos, se anticipa que una parte significativa del personal actual será removida.

La SIDE, que recuperó su nombre histórico en julio pasado, está atravesando una fase de cambio significativo. La reciente ampliación de su presupuesto de gastos reservados, por 100.000 millones de pesos, ha sido objeto de polémica y debate en el Congreso, y se prevé que esta semana podría ser rechazada por el Senado, tras un revés en Diputados. Además, la SIDE enfrenta una reestructuración con la llegada de su segundo jefe en la gestión libertaria, Sergio Neiffert, quien asumió el cargo tras la salida de Silvestre Sívori.

El proceso de purga ha generado preocupación tanto dentro como fuera del organismo. Expertos en inteligencia consideran que, aunque la depuración es necesaria para eliminar agentes con vínculos políticos y falta de formación, también puede ser un "arma de doble filo". La posibilidad de que antiguos agentes se encuentren desempleados podría suponer un riesgo si estos individuos tienen conocimientos valiosos en espionaje.

La SIDE también ha estado en el centro de la atención política por las tensiones surgidas a raíz de las causas de espionaje que involucran a Mauricio Macri. La relación entre el oficialismo y el expresidente ha sido tensa, con acusaciones mutuas sobre la influencia en la agencia y el manejo de la información relacionada con las investigaciones.

Mientras que la purga es vista por algunos como una medida positiva para limpiar la agencia de elementos políticos y fomentar la profesionalización, otros advierten que la ejecución debe ser cuidadosa para evitar dejar vacíos de conocimiento que puedan afectar la eficacia de la SIDE.