El bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) en la Cámara de Diputados enfrenta una de sus peores crisis interna en años. Tras una serie de desacuerdos y votaciones conflictivas, cinco miembros del bloque están al borde de la expulsión.

Estos legisladores votaron en contra de proyectos impulsados por su propio partido y, en dos ocasiones, alinearon su postura con el oficialismo. La gota que rebalsó el vaso fue la votación sobre la movilidad jubilatoria y los presupuestos universitarios, ambos temas sensibles para la UCR.

Entre los señalados por este comportamiento se encuentran Mariano Campero, el cordobés Luis Picat, el correntino Federico Tournier, el misionero Martín Arjol y el neuquino Pablo Cervi. La reunión de bloque, convocada para hoy a las 18:30, tiene como principal objetivo definir su continuidad dentro de la UCR. La presión para expulsarlos crece, y quienes impulsan la medida buscan limpiar la imagen del partido. 

El más criticado ha sido Campero, quien no solo apoyó al oficialismo, sino que también causó polémica al tomarse una selfie junto a Javier Milei. Su posterior asistencia al evento de los "87 héroes" en la Quinta de Olivos, con una botella de vino en mano, fue vista como una burla por sus compañeros de bloque. 

Lo llamativo de esta situación es que la reunión fue solicitada por figuras clave del radicalismo, como Julio Cleto Cobos y Mario Barletta, ambos con fuerte influencia en el partido y ligados al ámbito universitario. Este grupo "neutral" busca una resolución ante la creciente división y lo que suceda hoy marcará un punto de inflexión en la UCR.