Este viernes, el PRO cerrará el año con una jornada clave en la que Mauricio Macri, expresidente y figura central del partido, retomará protagonismo en medio de las crecientes tensiones con el Gobierno de Javier Milei. El acto tiene como objetivo no solo evaluar el rumbo del país, sino también marcar distancias del bloque de La Libertad Avanza (LLA) y resaltar la identidad propia del PRO.

La jornada comenzará con una reunión del Consejo Directivo del PRO nacional, que se celebrará en la zona del Abasto, y continuará con un evento organizado por la Fundación Pensar, encabezado por María Eugenia Vidal. A pesar de la expectación que genera el evento, no está confirmada la presencia del jefe del bloque PRO en Diputados, Cristian Ritondo, ni de los dirigentes más cercanos a Patricia Bullrich, fuertemente identificados con el Gobierno de Milei.

El expresidente está visiblemente molesto por el destrato del Gobierno hacia su espacio, algo que se hizo más evidente en los últimos días con la falta de apoyo del bloque libertario al proyecto de Ficha Limpia en el Congreso.

Fuentes del PRO anticiparon que la reunión de fin de año del Consejo Directivo del partido se centrará en hacer un balance de la gestión de Milei y en definir el rumbo del partido para el próximo año. Sin embargo, no se espera que la fricción con los sectores más afines al Gobierno sea un tema menor en la agenda. 

El PRO busca despegarse de los libertarios

El evento de la Fundación Pensar, que se celebrará tras la reunión del Consejo Directivo, será una vitrina para que el PRO exponga su estructura y muestre su liderazgo, con la presencia de gobernadores, intendentes y otros referentes del partido. En este espacio, se buscará reforzar la identidad del PRO y distanciarse de los libertarios, especialmente en un contexto de creciente desconfianza interna sobre la conveniencia de continuar en una misma alianza electoral con La Libertad Avanza.

Cada vez más dirigentes del PRO expresan dudas sobre la viabilidad de una alianza electoral conjunta con LLA, un escenario que hasta hace unas semanas parecía casi un hecho. En la Ciudad de Buenos Aires, donde los nombres de Leandro Santoro y Martín Lousteau ganan fuerza, la competencia electoral se perfila más reñida, con la posibilidad de que surjan nuevas alianzas o enfrentamientos.