El Gobierno baraja la posibilidad de postular al exjuez Ricardo Rojas como candidato a la Corte Suprema en caso de que los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla no sean aprobados en el Senado. También se analiza su nombre en el marco de una eventual ampliación del máximo tribunal.

Rojas, el nombre que resuena en la Casa Rosada

El exjuez cobró relevancia tras la salida de Rodolfo Barra de la Procuración del Tesoro. En un principio, Javier Milei lo consideró para ocupar ese cargo, pero finalmente su perfil lo posicionó para otro puesto clave dentro del esquema judicial del oficialismo.

"Ricardo es una persona brillante y muy valorada por el presidente", señaló un funcionario libertario. Sin embargo, se lo descartó para la Procuración porque "tiene la mentalidad de un juez y no tanto de un abogado", explicando que un procurador debe enfocarse en defender una postura y no en la imparcialidad judicial.

Si bien no hubo un ofrecimiento formal, fuentes cercanas a Rojas admitieron que para él sería un honor integrar la Corte Suprema, dado su recorrido en la magistratura. Entre 1986 y 1993 se desempeñó como secretario letrado del máximo tribunal y luego fue juez de Cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal de la Capital Federal.

La estrategia del Gobierno y la negociación en el Senado

El Ejecutivo enfrenta dificultades para lograr la aprobación de Lijo y Mansilla y busca alternativas para destrabar el proceso. En este contexto, la Casa Rosada considera negociar los pliegos de 146 jueces federales con los gobernadores a cambio de apoyo legislativo.

Mientras tanto, los pliegos de Lijo y Mansilla no figuran entre las prioridades de la oposición en las sesiones extraordinarias. Este panorama lleva al oficialismo a evaluar nuevos nombres, con Rojas como uno de los principales candidatos en carpeta.