En su sexta gira por Estados Unidos desde que asumió, Javier Milei confirmó una de las decisiones más disruptivas en sus diez meses de Gobierno. La canciller Diana Mondino reveló en la Asamblea General de la ONU que Argentina rechazaba el "Pacto del Futuro", la hoja de ruta que proyecta 25 años a sus afiliados. 

El Pacto del Futuro es un proyecto que engloba a pocos países, pero con el fin de mantener la paz y esclarecer problemáticas de la ONU en un futuro. Desde establecer acuerdos geopolíticos, medidas de cambio climático en París, definir pautas sobre IA, hasta fijar normas de consenso.

Brasil, México, Irlanda, Rusia, Corea del Norte, Kuwait e Irán tienen objeciones sobre el Pacto del Futuro. Sus normas afectan sus propios intereses geopolíticos, mientras que Estados Unidos, Alemania, Francia y ciertos países del África consideran que esta iniciativa multilateral puede cambiar al mundo en los próximos 25 años.

Sin embargo, Milei tiene otra postura. El argentino rechaza este pacto por meras cuestiones ideológicas, que no van de la mano con su idea de "libertad". El mandatario tildó a la ONU como un "fosil institucional", que exhibe una mirada en favor de Palestina y no está actualizada al capitalismo moderno. 

 Además, el presidente considera que existe una evidente contradicción entre las buenas intenciones expresadas en el Pacto del Futuro y el constante apoyo en las votaciones hacia Palestina, la cual está dividida entre Gaza, controlada por Hamas, y Cisjordania, que atraviesa un estado de anomia política.