El presidente Javier Milei se prepara para dirigirse por primera vez a la Asamblea General de la ONU este sábado en Nueva York, con un discurso crítico hacia el papel de los organismos internacionales, en particular la Agenda 2030, que incluye objetivos sobre igualdad de género y cambio climático. 

Milei, que descree de estas iniciativas, centrará su mensaje en la necesidad de limitar la intervención de estas entidades en los Estados, abogando por relaciones más acotadas al ámbito crediticio. Se espera que el discurso incluya también una crítica al "sometimiento" de China sobre estos organismos, lo que podría ser visto como un guiño a los intereses estadounidenses en la región.

A pesar de su fuerte retórica, Milei optó por una postura más pragmática en su política exterior frente a Estados Unidos, en medio de la efervescencia electoral en ese país. Aunque Donald Trump estará en Nueva York durante la Asamblea, el gobierno argentino descarta un encuentro con el expresidente republicano.

En cuanto a las relaciones con Washington, si bien existe un apoyo claro a las medidas económicas de la administración Milei, persisten dudas sobre la viabilidad de su plan económico para 2025, incluyendo la posibilidad de dolarización y la sostenibilidad del ajuste fiscal. 

Los funcionarios norteamericanos valoran los avances en el control de la inflación y el cumplimiento de las metas fiscales, pero exigen mayor claridad en el futuro cercano, particularmente en torno a una posible renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En las últimas semanas, el FMI desplazó al director del Departamento del Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, tras críticas de Milei sobre su actitud hacia Argentina, un gesto que fue bien recibido en el entorno presidencial. Sin embargo, las conversaciones con el Fondo sobre un nuevo acuerdo siguen en una etapa preliminar y el gobierno argentino evita comprometerse con fechas para una renegociación formal.

Mientras tanto, en Washington la atención se centra en garantizar la estabilidad democrática en Argentina, en un contexto donde preocupa la influencia de China y el acceso a recursos estratégicos como el litio y el cobre.