Nicolás Maduro exigió a los diplomáticos argentinos que se retiren de Venezuela: el plazo es de 72 horas

En una medida que intensifica las tensiones diplomáticas entre Argentina y Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha solicitado que los diplomáticos argentinos abandonen el país en un plazo de 72 horas. La exigencia, que fue formalmente comunicada ayer a través de una carta del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, se produce en respuesta al rechazo del gobierno de Javier Milei a los resultados de las recientes elecciones presidenciales en Venezuela.

El comunicado señala que la decisión se basa en las "injerencistas acciones y declaraciones" del gobierno argentino, que no reconoció la reelección de Nicolás Maduro para el período constitucional 2025-2031. El documento especifica que la medida afecta exclusivamente al personal diplomático argentino y no tiene relación con los seis opositores venezolanos que han buscado refugio en la embajada argentina desde marzo de 2024. El jueves se cumpliría este plazo debido a que el comunicado fue enviado el día de ayer. 

El gobierno venezolano aseguró que los diplomáticos argentinos recibirán "todas las garantías para su retiro inmediato" del territorio nacional. No obstante, la nota aclara que la situación de los asilados - Pedro Urruchurtu Noselli, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, Fernando Martínez y Mottola y Magalí Meda - debe ser gestionada por la embajada argentina bajo el principio de extraterritorialidad, tal como está estipulado en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

Los opositores venezolanos, que formaban parte del comité de campaña de María Corina Machado antes de su proscripción, se encuentran en una situación crítica. El gobierno argentino sostiene que los asilados deberían disfrutar del mismo estatus protegido que el resto del personal diplomático bajo el artículo 19 de la Convención de Asilo, firmado en Caracas en 1954. Este artículo establece que, en caso de ruptura de relaciones, el representante diplomático debe asegurar el traslado de los asilados o, en su defecto, entregarlos a una representación de un tercer Estado parte en la Convención.

La exigencia de Maduro marca un punto álgido en la relación entre ambos países y plantea serios desafíos logísticos y diplomáticos para la embajada argentina en Caracas. La resolución de la situación de los asilados y la gestión de su posible traslado a otro país o representación diplomática queda ahora en manos del gobierno argentino y de la comunidad internacional.