En una jugada inesperada, Claudia Rucci, ex senadora nacional y cercana a la vicepresidenta Victoria Villarruel, decidió presentar su renuncia como Directora General del Observatorio de Derechos Humanos del Senado. En una publicación en redes sociales, la dirigente peronista explicó que su decisión se debió a motivos personales, sin ofrecer mayores detalles.

Este cambio, que ocurre en pleno contexto de tensión política entre la vicepresidenta y el presidente Javier Milei, deja vacante un puesto clave en el entorno de Villarruel, en un momento donde las diferencias internas entre ambos sectores están a flor de piel.

La renuncia de Rucci se da en un momento delicado para la vicepresidenta, quien ya enfrenta una interna feroz con el gobierno de Javier Milei. De hecho, en varias ocasiones, Rucci había manifestado su visión sobre la relación entre Villarruel y el presidente, destacando las diferencias de estilo en la política.

"Ella es una mujer sumamente sincera, dice lo que piensa. A mí me causa gracia, pero seguramente a Milei no", había señalado Rucci, quien remarcó que las tensiones no eran de fondo, sino de método. La dirigente señaló que Villarruel tiene una forma de hacer política más contenedora y empática, lo que la diferencia del estilo más directo y agresivo del presidente.

Impacto de la renuncia en la política argentina

La salida de Rucci del Senado no solo marca un cambio en la estructura interna de la vicepresidencia, sino que también refleja las continuas tensiones dentro del sector político que acompaña a Javier Milei. A pesar de que el gesto de Rucci se basa en razones personales, su salida podría profundizar la fractura existente entre los diferentes actores políticos que operan en el Senado.

Con esta renuncia, Villarruel pierde a una de sus aliadas más cercanas, justo cuando la interna entre los diferentes bloques de poder parece agudizarse. Habrá que ver si este movimiento tendrá repercusiones en la estrategia del oficialismo y en las futuras alianzas políticas.