Salir del cepo: los 4 desafíos del Gobierno que lo impiden
El objetivo prioritario de bajar la inflación retrasa la desregulación cambiaria.
El 1 de septiembre de 2019 marcó el regreso de las estrictas restricciones cambiarias en Argentina, conocidas como "cepo". Cinco años después, el país sigue atrapado en estas medidas, y el Gobierno enfrenta un complejo desafío para superar este escenario. A pesar de los intentos de avanzar en la desregulación del mercado de cambios, cuatro factores principales están retrasando la salida del cepo en el corto plazo.
1. ANCLA CAMBIARIA FRÁGIL
El Gobierno ha optado por mantener un ritmo de devaluación del tipo de cambio más lento que el aumento de la inflación, una estrategia conocida como "ancla cambiaria" para controlar la subida de precios. Sin embargo, este enfoque presenta una fragilidad inherente. El Presidente ha anunciado una reducción del ritmo de devaluación del 2% mensual al 1% cuando la inflación núcleo, actualmente en 3,8%, alcance el 1% mensual. Martín Mazza, director de MM Investments, señala que la economía sigue concentrada en el cepo cambiario, con una tasa de devaluación y una intervención gubernamental que buscan estabilizar la situación sin resolver los problemas subyacentes.
2. RIESGO DE SALTO CAMBIARIO
La eliminación del cepo requeriría que el tipo de cambio oficial se ajuste según el mercado. Con un dólar "contado con liquidación" en la zona de $1.300 y una brecha cambiaria cercana al 40%, existe el riesgo de una disparada abrupta en el tipo de cambio. La unificación cambiaria en 2015, bajo la presidencia de Mauricio Macri, mostró un incremento del 40% en el valor del dólar oficial, que impactó negativamente en la inflación. Este riesgo persiste, con dudas sobre la estabilidad del dólar y la oferta de divisas.
3. FALTA DE DÓLARES EN LAS RESERVAS
El Banco Central enfrenta dificultades para intervenir en el mercado cambiario debido a la escasez de reservas líquidas. Aunque se han acumulado compras netas en el mercado de cambios por más de USD 17.000 millones desde diciembre pasado, la capacidad de intervención sigue siendo limitada. El stock de reservas internacionales, que ha mejorado parcialmente, sigue siendo insuficiente una vez que se descuentan los compromisos de deuda y préstamos. Amílcar Collante, economista de CeSur, destaca la necesidad de un "puente" de dólares a través de blanqueo y otras medidas, para evitar que el Banco Central se convierta en vendedor neto de divisas.
4. DESPLOME DE LA SOJA
La reciente caída en los precios de la soja, un componente crucial de las exportaciones argentinas, añade otro obstáculo a la salida del cepo. Los precios de los granos han alcanzado su nivel más bajo en cuatro años, afectando las reservas del país y reduciendo los incentivos para que los productores liquiden sus cosechas. El informe de Wise Capital estima que los ingresos del Estado podrían disminuir entre 5.000 y 7.700 millones de dólares debido a esta caída. Este factor adicional complica aún más la situación cambiaria, limitando la capacidad del Gobierno para generar el superávit de divisas necesario para una apertura del mercado cambiario.
A medida que el Gobierno enfrenta estos desafíos, la prioridad sigue siendo controlar la inflación y equilibrar las cuentas públicas. Sin embargo, la combinación de una ancla cambiaria frágil, el riesgo de un salto cambiario, la falta de reservas y el desplome de la soja continúa complicando la posibilidad de una desregulación rápida del mercado de cambios. La situación económica de Argentina sigue siendo incierta, y el futuro del cepo cambiario sigue en el aire.