El 14 de septiembre de 2021, la Quinta de Olivos fue testigo de una reunión clave. Apenas habían transcurrido 48 horas desde la contundente derrota en las PASO legislativas, cuando Cristina Kirchner llegó furiosa a la residencia presidencial. 

A través de intermediarios, había pactado encontrarse con Alberto Fernández en su despacho.

Durante tres horas y media, la vicepresidenta llevó la voz cantante. Mientras Alberto intentaba defenderse, Cristina no escatimó en reproches y reclamos, convencida de que la "catástrofe política" podría haberse evitado si el presidente hubiera actuado a tiempo para mejorar la economía. La mayor parte de la conversación giró en torno a la estrategia para encarar las elecciones generales de noviembre, pero un momento de la charla resaltó por su crudeza.

En un reclamo directo, y a los gritos, Cristina le hizo una advertencia personal a Alberto Fernández que, según fuentes cercanas, reflejaba la tensión del momento: "Alberto, tenés que dejar de joder con las minas que traés acá, sos el Presidente. Empezá a controlar lo que hacés en tu vida privada porque todo el mundo lo sabe y nos va a causar problemas a todos".

Este encuentro dejó en evidencia la complejidad de la relación entre ambos líderes, en un contexto de crisis política y de cuestionamientos sobre la vida personal del presidente.