Yanotti y Monteros le respondieron a Omodeo en una disputa por El Cadillal

A través de un tweet, Omodeo denunció la disminución significativa del volumen de agua almacenada en el dique y criticó la supuesta inacción del gobernador Osvaldo Jaldo al respecto.

La diputada expresó su preocupación afirmando: "La situación de El Cadillal no se soluciona tapando grietas. Hoy el Dique almacena solamente la mitad de su volumen original de agua. ¿Qué espera el gobernador @OsvaldoJaldo? ¿Que nos quedemos sin agua?".

Sin embargo, Santiago Yanotti, ministro de Obras y Servicios Públicos de Tucumán, salió al paso de las críticas de Omodeo. 

El Cadillal está manejado hace casi 30 años por una empresa privada

Yanotti aclaró que la disminución en el volumen de agua embalsada es una situación natural que ocurre después de décadas de operación de un dique. Además, señaló que la gestión del dique El Cadillal está a cargo de una empresa privada desde hace casi 30 años, siendo el gobierno nacional responsable de supervisar su cumplimiento.

El ministro informó que Jaldo había tomado medidas para que la provincia asumiera responsabilidades sobre la gestión del dique, garantizando así el suministro de agua para consumo humano y usos productivos y energéticos. Destacó que gracias a esta decisión y a las obras realizadas, se había obtenido la autorización para aumentar el nivel de agua embalsada sin riesgos para la estructura del dique.

Ante estas declaraciones, Omodeo replicó acusando al gobierno de Tucumán de no gestionar adecuadamente ante el Organismo Regulador de Seguridad de Presas (ORSEP), ni tomar acciones suficientes contra la empresa concesionaria. Criticó además el gasto de recursos públicos en obras parciales que no resuelven el problema a largo plazo, denunciando una falta de planificación por parte de las autoridades.

La disputa política se intensificó con la intervención de Darío Monteros, ministro del Interior de la Provincia de Tucumán, quien acusó a Omodeo de buscar rédito político a través de la polémica mediática. 

Monteros cuestionó la selectividad de la indignación de la diputada, sugiriendo que su crítica podría estar motivada por intereses personales vinculados a empresas relacionadas con su familia.