Anime e hipersexualización: cuando los cánones de belleza superan la realidad
¿Qué pasa con los estándares de belleza que se reproducen?
El auge del anime, gracias a las plataformas de streaming, es un hecho. Sin embargo, ¿qué pasa con los estándares de belleza que se reproducen? Cuerpos delgados o de voluptuosidad exuberante, pieles perfectas y caras que responden a los parámetros hegemónicos impuestos son las características típicas que podemos encontrar en algunos personajes femeninos de los animes más famosos, como Mitsuri de Shingeki No Kioyin y Nami de One Piece.
A pesar del éxito que vive esta industria, algunos fans han cuestionado duramente la representación de la mujer en estas producciones, ya que la mayoría de los personajes femeninos son hipersexualizados.
En la animación japonesa, existen diferentes tipos de cuerpos representados, sin embargo, siempre los predominantes son aquellas estructuras físicas idealizadas.
La exaltación de atributos dibuja en el imaginario del consumidor lo que debería ser el cuerpo ideal de una mujer, resaltando sus características físicas más que las personales. Claramente, esta animación sexualizada no es inocente. Los cuerpos irreales en muchos casos son motivos de consumo, es decir, que pasan a ser un mercancía, cuya principal consecuencia es la cosificación y un inminente daño a la salud mental.
Cosplay y acoso
El Cosplay no queda exento de esta hipersexualización, ya que también recae sobre quienes salen a las calles con dichas caracterizaciones. Las imágenes reproducidas en la TV japonesa y en las plataformas como Crunchyroll traspasan la pantalla y no de la mejor manera.
"El cosplay se presta mucho a que las personas te falten al respeto cuando eres mujer. Al menos el problema que yo he tenido es que hay quienes te deshumanizan y se olvidan que eres una persona y no eres el personaje que ellos están viendo. Hay hombres que se han acercado de forma invasiva. Han sido desde susurros hasta comentarios desagradables", compartió Clío, una cosplayer mexicana.
De algo no quedan dudas, el anime seguirá siendo uno de los géneros más consumidos. Sin embargo, aquí el foco no está puesto sobre si seguir consumiendo o no este contenido, sino en cuestionarnos los estereotipos que se generan y que se continúan reproduciendo.