Este 17 de diciembre, Argentina despidió a Beatriz Sarlo, una de las intelectuales más influyentes de las últimas décadas. Ensayista, crítica literaria y polemista, Sarlo no solo dejó un legado escrito, sino también intervenciones mediáticas que definieron su carácter y su tiempo. Entre ellas, la célebre frase "Conmigo no, Barone" y su valiente rechazo de la vacuna contra el COVID-19 aplicada de manera irregular marcaron hitos de su posición ética y su aguda crítica a la coyuntura política nacional.

La frase que expuso a un periodismo alineado

Mayo de 2011. La Ley de Medios impulsada por el gobierno de Cristina Kirchner dividía a la sociedad y a los medios de comunicación. En ese contexto, Sarlo aceptó debatir en 678, el programa oficialista de la Televisión Pública. Frente a un panel compuesto por figuras como Orlando Barone, Sandra Russo y Ricardo Forster, la escritora enfrentó con firmeza los ataques discursivos.

Fue en ese cruce donde Sarlo pronunció una frase que quedaría grabada en la memoria colectiva: "Conmigo no, Barone, vos trabajaste en Extra en los ‘90, en La Nación. Conmigo no".

La frase desmontó la supuesta superioridad moral del periodismo militante y expuso una doble vara en el discurso: periodistas que cuestionaban a medios tradicionales desde espacios financiados por el Estado, habiendo sido ellos mismos parte de esos medios en el pasado. Sarlo no solo defendió su independencia intelectual, sino que dejó en claro que su mirada crítica no podía ser anulada.

La polémica de la vacuna: ética por sobre el privilegio

Diez años después, en 2021, cuando la pandemia de COVID-19 golpeaba al país y aún no había suficientes dosis para inmunizar a la población, Beatriz Sarlo volvió al centro de la escena. En una entrevista televisiva en el programa A Dos Voces (TN), la ensayista reveló que le habían ofrecido vacunarse de manera irregular:

Me ofrecieron la vacuna bajo la mesa y dije:
       ‘¡Jamás! Prefiero morirme ahogada de COVID'.         
Beatriz Sarlo 

La confesión causó un fuerte impacto en medio del escándalo que luego estallaría con el vacunatorio VIP, donde funcionarios, familiares y allegados al poder recibieron dosis de manera privilegiada. Sarlo, con su habitual frontalidad, denunció una práctica que anticipaba el abuso de poder y la corrupción.

Al ser citada por la Justicia, la intelectual explicó que la oferta había llegado a través de Soledad Quereilhac, esposa del gobernador bonaerense Axel Kicillof. Aunque la causa finalmente quedó sin mayores avances, la frase y la actitud de Sarlo trascendieron como un símbolo de ética y responsabilidad pública.

Una vida de pensamiento crítico

Beatriz Sarlo falleció a los 82 años, dejando tras de sí un legado intelectual que abarca la literatura, la política y la crítica social. Su capacidad para mantenerse firme en sus convicciones, incluso en contextos adversos, la consolidó como una figura respetada y, al mismo tiempo, polémica.

Ya sea enfrentando un panel oficialista en televisión o rechazando un ofrecimiento espurio en plena pandemia, Sarlo actuó siempre desde un lugar de honestidad intelectual y coraje moral. Su frase "Conmigo no, Barone" y su declaración sobre la vacuna no fueron meras anécdotas: representaron una postura ética en una Argentina marcada por tensiones políticas y sociales.

Legado y despedida

El fallecimiento de Beatriz Sarlo cierra una etapa, pero su pensamiento y sus intervenciones quedarán como referentes ineludibles para comprender la historia reciente del país. En sus propias palabras, ella misma describía su vida con la distancia crítica que la caracterizaba: "Aquellos que fuimos entrenados en literatura conservamos una distancia fuerte frente a los textos y frente a la vida. Eso también se traslada a la realidad".